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En la Luna no hay sonidos, y la primera explosión las personas la vieron. El robot
número uno todavía no había apagado su proyector, esperando que salieran de la
cavidad sus dos ayudantes. Acababan de aparecer en el borde de la cavidad, cuando de
repente se abrió una de las cúpulas saliendo de su interior un haz de fuego, y al cabo de
un instante en este lugar no quedaba más que una profunda fosa.
Y a continuación explotó la segunda, después la tercera...
La cuarta explosión tuvo lugar ya en la oscuridad. La esfera se deslizó rápidamente
hacia los todoterreno. Delante de ella "corrían" los dos robots-'hombres".
Y allí, en la negra oscuridad de la sombra, con una minuciosidad metódica, fulguraban,
a intervalos regulares, columnas de fuego que destruían las complicadas instalaciones de
la base, condensación del pensamiento técnico de un pueblo ignoto, desconocidas por las
personas de la Tierra y traídas aquí por los compatriotas de Guianeya.
Eran impotentes las personas de la Tierra. Nada podía detener la destrucción. Nunca
podría conocer nadie lo que representaba las cúpulas y el rombo. No quedaban más que
las conjeturas.
Refulgió la última explosión silenciosa, la más potente, y volvió a reinar la "calima"
anterior.
Cinco proyectores sin orden ninguna, pero simultáneamente, alumbraron el terreno
cubierto de fosos.
Todo se había convertido en polvo. Allí, donde se encontraba el rombo, la fuerza de la
explosión había demolido parte de las rocas y los trozos de granito llenaban la mitad del
lugar donde había estado la base, y sólo las líneas rectas de sus límites indicaban que
aquí había habido una obra artificial.
Y esto fue todo lo que quedó a las personas como recuerdo de los forasteros del
cosmos.
¡No, no era todo!
¡Quedaban todavía dos satélites!
En un lugar del espacio giraban de nuevo alrededor de la Tierra, llevando consigo un
peligro desconocido.
No se podía dudar, según dijo Stone, que había sido dada la "orden de actuar". Esto
lógicamente se desprendía del hecho de que la base había dejado de existir. El rombo
tenía que cumplir su última misión, y la cumplió.
¿Qué amenazaba a la Tierra en las próximas horas y, posiblemente en los próximos
minutos?
¡Y en la Tierra nada sabían!
El todoterreno del estado mayor se dirigió a toda marcha hacia la estación. La emoción
y la alarma eran tan grandes que se acordaron sólo por el camino de los demás
todoterreno y por radio les explicaron la causa de tan rápida salida.
Pasados diez minutos Szabo y Stone se encontraban en el puesto de radio. En menos
de un minuto fue establecida la comunicación directa con el Instituto de cosmonáutica, y
Szabo, exteriormente tranquilo, transmitió el alarmante comunicado.
 Usted debe salir inmediatamente  dijo Stone a Véresov alcanzar a los satélites y
destruirlos. ¡Ah  exdamó con desconsuelo me había olvidado de que en su nave no
hay catapultas antigás!
 Las tiene la "Titov" contestó tranquilamente Véresov  . ¿Acaso usted piensa que
en la Tierra no se sabe lo que hay que hacer?
 Tiene usted razón  contestó Stone . He perdido la cabeza.
Guianeya en cuanto llegó a la estación se dirigió a la piscina. Le gustaba con locura el
agua.
Murátov tenía necesidad de hacerle algunas preguntas y sin pensarlo se encaminó al
mismo lugar.
Guianeya nadaba como siempre, rápidamente. Esperó a que se aproximara a él y la
llamó.
Se detuvo y quedó en el agua casi sin moverse. Era asombrosa la propiedad de
flotación de su cuerpo. La cola negra de sus cabellos se ondulaba ligeramente sobre su
espalda.
 Perdóneme  dijo Murátov . La he molestado.
 No tiene importancia  contestó sonriéndose Guianeya.
 Le rogamos que recuerde si Riyagueya dijo en qué consistía el peligro de los
satélites para las personas de la Tierra.
 No oí nada de esto.
 ¿Pero usted sabía para qué volaba a la Tierra?
 Lo sabíamos.
 ¿Entoces para qué?
 Para llevar a cabo el plan hace mucho tiempo pensado.
 ¿Cuál? Guianeya se rió.
 Usted no es consecuente, Víktor  dijo ella bromeando  . Si yo pudiera contestar a
esta pregunta, también hubiera contestado a la primera. Es lo mismo. Sabía que
queríamos llevar a cabo nuestro plan. ¿Pero cuál? Esto lo sabía Riyagueya y tres más.
Marina le había dicho a su hermano que Guianeya era capaz de mentir. Y estaba
completamente convencido de que ahora mentía. La seguridad en esto la reforzó la frase
de ella: "Las personas de la Tierra no merecen la suerte que se les preparaba". Para decir
esto, había que saber lo que se preparaba.
 Usted lo sabe, Guianeya  dijo en voz baja.
De nuevo resonó su melódica risa.
 Supongamos que lo sé  dijo ella sin alterarse lo más mínimo . Pero usted no tiene
necesidad de saberlo.
Murátov se indignó.
 Después de lo que usted nos ha comunicado  dijo con violencia está obligada a
decirlo todo.
 ¿Me reprocha usted?
Murátov comprendió que había que cambiar el tono. En los ojos de Guianeya brillaba
un fuego peligroso.
 Yo no le reprocho nada, Guianeya  dijo él . Al contrario, estoy admirado de su
noble actitud. Nos ha prestado un enorme servicio. Pero siga siendo consecuente. Lo
desconocido nos causa gran alarma.
 Claro está que tiene que alarmarles. Pero aunque a usted se lo diga no lo
comprenderá...  Por tercera vez Guianeya repitió esta frase.
Murátov no reaccionó por un esfuerzo de voluntad.
 Haga la prueba  dijo . Es posible que seamos capaces de comprenderla.
Se cogió con las manos al borde de la piscina, salió con facilidad del agua (sus
movimientos siempre eran ligeros, pero sobre todo aquí, en la Luna) y con desenvoltura
se sentó a su lado. La luz eléctrica jugaba con sus brillos sobre su húmedo cuerpo
verdoso.
 Para esto tiene usted que saber lo que fue la.causa del surgimiento de nuestro plan.
 Entonces, dígalo.
 Lo diré.
 ¿Cuándo?
 Después. Aquí no es un sitio a propósito para una conversación tan larga.
 Pero mientras usted se decide  de nuevo no se pudo contener Murátov  puede
ocurrir algo irreparable.
 Es posible. Pero ahora ya nada se puede corregir o cambiar. Y no me hable con
brusquedad, esto no me gusta. Nuestro plan está realizándose sin participación nuestra. [ Pobierz caÅ‚ość w formacie PDF ]

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